Oración en un Getsemaní de Gracia y Esperanza
Luis Rossi — Barbate
El aroma del olivo se desprende por entre las caídas del gran paso de Misterio. Jesús le pide al Padre que aparte el cáliz... aunque sea su volutad. Por ello, cada Martes Santo en la tierra barbateña se reza en un Getsemaní, recreado en un enorme paso que la cuadrilla de costaleros de Gracia y Esperanza portan sobre su costal.
La Cofradía, que cuenta con casi cuarenta años de historia, procesionó por las calles, destacando su paso por Tribuna y por Padre Castrillón, donde lo complicado de la estrechez de la calle hizo que tanto los costaleros del Cristo como los de María de Gracia y Esperanza, llevado por los Costaleros de la Hermandad de la Virgen del Carmen, tuvieran que emplearse a fondo, acompañados en todo momento por los sones de la Agrupacion de la Cruz Roja y la Filarmónica de Algeciras.
El color verde impera en la noche de los Martes Santo y, junto con el color beige, completa el hábito de los nazarenos que realizaron su penitencia.
La Cofradía de Penitencia de Nuestro Padre Jesús orando en el Huerto y María Santísima de Gracia y Esperanza tenía previsto varios estrenos. Uno de ellos una imagen del Sagrado Corazón de Jesús en el frontal de la canastilla de la cotitular de la cofradía.
En todo momento el sentimiento estuvo presente, ya que se dedicaron varias levantás a familiares y hermanos que gozan de poca salud o que nos han dejado en los últimos meses. Asimismo, el Hermano Mayor, Narciso Corrales, dedicó la salida a todos los que completan el cortejo procesional.
Alrededor de las tres de la madrugada San Paulino cerró sus puertas, para dar por concluida una nueva noche cofrade entre los olivos de Getsemaní y los pinares de la Breña barbateña.
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