A continuación le dejamos un extracto del Pregón de Luis Rossi en la que realiza una Vía Crucis con siete estaciones correspondientes a los Cristos de la Pasión del municipio barbateño:
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Prefacio
Languidece el
tiempo, grita el silencio,
atormentado
entre reminiscencias
desgranando sus
versos por sentencias,
la Pasión se
hace un rezo que presencio.
Nace le melodía
en cada palabra
y verdeando los
suelos herbarios,
despachando azul
como relicario,
espero que un
joyero de fe se abra.
Como un sueño
revivido por años,
endecasílabos,
versos inquietos,
estaciones, solo
en siete peldaños.
Sagradas
escrituras por completo
que se leen por
versículos tamaños
De un vía crucis
esculpido en sonetos.
I
Olivos que
adonizan el romero[1],
romero que
siembra el pavimento,
por Padre
Castrillón un sentimiento:
Aparta este
cáliz, si en él no muero.
No es verdad que
el manto de tus pinares
son tan verdes
como un amor experto,
que la sangre
emana como si del puerto
fluyera con la
fuerza de tus mares.
Si tus
discípulos no pueden verte
que te levanten
los que con acierto,
elevan súplicas
de un pueblo inerte.
Que beban de tu
cáliz los despiertos,
cuatro faroles
testigos de muerte,
los que rezan la
Oración en el Huerto.
II
Con las manos
cruzadas, maniatado
cincelando el parque su canastilla
jazmines, claveles y buganvillas,
promesa colmada por desdichados.
¿De cuántas cosas a ti se te acusan?
¿Eres quizás el rey de los judíos,
cuando por As de Guía el sendero ahúsan
y por Real suena el recuerdo en un quejío?
Taciturno, sentenciado, cautivo
de tu sueño apresado y rescatado,
un rezo que es caldo de cultivo
del pópulo que ya te ha condenado.
Olvidando que al arder tu fuego vivo
Barbate entero ya está perdonado.
III
Vestido de púrpura ante sus súbditos
un monarca se corona en su púlpito,
no es soberano de este mundo impúdico,
pero gobierna con un corazón único.
Látigo que son las cuentas del alma.
Látigo de los blasfemos que te atentan.
Látigo, cada hijo muerto en tus palmas
Látigo, que en Cervantes te presentan.
Pilatos abre paso con su indolencia,
un soldado que amenaza con aplomo,
procuran traiciones que son sentencias:
¿Rex Iudaerum,
nosotros qué somos?
Que la gubia de tu frente eminencia
quien reina más en la tierra: Ecce Homo.
IV
Camina, camina Ardero, camina,
eres patrón del Barbate pesquero
floreciendo tu camino el primero
como un niño que en un vientre germina
Navegas por las calles del recuerdo.
Cuerpo transido, cansado del llanto.
Suspiro perpetuo de los no cuerdos
Ardor penitente del Jueves Santo.
Memoria, tres templos que has conocido.
Senda, que hace camino al ser sendero.
Gólgota, peso del dolor sufrido.
Pasión, dolor y rezo costalero.
Historia, siglo de Humildad vivido.
Leyenda: cuando te
llaman Ardero...
V
Las nubes descubren la madrugada,
como los hijos que pierden su vida,
Jesús busca a su madre con miradas,
un infinito viaje solo de ida.
Vigilantes que no enturbie la paz,
madero que impones con tu entereza,
guarden silencio que el esparto reza,
rachear que sube oculto en un negro antifaz.
Si no hubiera farolas encendías
se iluminaría de amor tu talla,
porque la claridad que irradiarías
señala que aunque mil espinas haya
a tu pueblo nunca abandonarías.
Y eso, Amor, ni el silencio lo calla.
VI
Un sepelio lúgubre y penitente,
incesante llanto de campanas,
lágrimas madreras que peinan canas,
solitario cuerpo de amor yacente.
Dispensario fúnebre de sentimiento,
cuando ya todo acaba, todo empieza,
cuando el sol se va, la luna es belleza,
cortejo en tránsito el último aliento.
Reclamó José a Pilatos su cuerpo
Y en San José reclaman su destierro
con una sábana descendió el templo
cayendo por Pío XII un río negro
para en San Paulino encontrar silencio,
la fe, muere y nace en el Santo Entierro.
VII
Cantos de domingo y al tercer día
un tiempo que se consume en el suelo.
Y mientras el sepulcro se vacía,
el templo se va erigiendo en el cielo.
Perpetuando en las palmas cicatrizan
las llagas de nuestros viejos ancestros,
recordando que son nuestros maestros
aquellos que la pasión fervorizan.
Blanca pureza, broche a siete días
vuelos de palomas de salvación.
Baja a la avenida con alegría
el sentido puro de la pasión
comunicando a la feligresía
que solo queda la Resurrección.
Invocación final
Aparta
ya esta Oración de mi vera
pero sea
lo que tu voluntad quiera.
De tez
morena un reo va callado,
la promesa nunca
lo ha abandonado.
Si en la oscura
cuesta soñando esperas
su caña es cetro
y espinas montera.
Camina despacio
que va cargando
la cruz del
Barbate antiguo y sagrado.
El Amor
expirando beso a beso,
erigiéndose la
cruz con respeto.
Jesús yace
dormido en un sepelio
escoltado por
ángeles tétricos,
antes de subir
al descanso eterno
obrándose el
milagro por completo.
Así vive este rincón su propio sueño
el Vía Crucis de Cristo hecho sonetos.
Siete estaciones con las que interpreto
La Pasión, según el pueblo barbateño.
[1] Suena la marcha “Lácrimas”
de Jorge Águila Ordóñez, interpretada por la AM Lágrimas de Dolores de San
Fernando.
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